La biomasa española solución a la crisis energética
La biomasa como solución a la crisis energética es un tema que se ha puesto sobre la mesa en reiteradas ocasiones. La búsqueda de alternativas que permitan a la unión europea contar con producción propia y reducir su dependencia energética ha sido materia de discusiones, proyectos y propuestas que en algunos casos comenzaron a dar sus primeras señales de que enmarcadas en un desarrollo conjunto y comprometido de todos los actores que deben involucrarse podría ser una realidad en un futuro no muy lejano.
Las consecuencias de la pandemia y la guerra
En una línea del tiempo podemos evidenciar que la crisis económica del 2008, la pandemia del COVID y la actual guerra entre Rusia y Ucrania que tiene en vilo a toda Europa provocaron una inflación que impactó de manera directa en los combustibles fósiles. Pero esto solo es la punta del iceberg. La manera de castigar a Rusia por invadir Ucrania y dar así inicio a una guerra en el propio corazón europeo fue aplicando duras sanciones económicas y boicoteando los productos provenientes de ese país. El objetivo persuasivo era que el mismo presidente Ruso Vladimir Putin diera marcha atrás con su accionar bélico pero esto no sucedió y todos los actores de la economía global, tanto sancionadores como sancionados padecieron el castigo.
Lógicamente España no está exenta del conflicto y de sus repercusiones; citando los datos la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos CORES, en el año 2021 España importó 37.027 GWh de gas licuado de Rusia, siendo hasta diciembre de ese año, el cuarto país suministrador de gas natural a nuestro país, por detrás de Argelia con 177.990 GWh, Estados Unidos con 59.815 GWh y Nigeria con 47.690 GWh.
La biomasa como alternativa
Frente a este contexto planteamos si la BIOMASA puede ser la solución a esta crisis energética y lo describimos a continuación para que cada lector pueda sacar sus propias conclusiones.
El uso térmico de la biomasa produjo en 2019 un ahorro de 4.220 toneladas equivalentes de petróleo (tep) lo que supone el 17 % de la energía consumida para frío y calefacción; y en el conjunto de las productoras de energías renovables la biomasa agrícola y forestal, junto con la energía hidráulica marina, la geotermia y el biogás produjeron 4.470 GWh de electricidad en 2020; o sea, el 1,9 % de la electricidad en España.
Esto significa que la cantidad de energía renovable que produce este grupo es ocho veces menor a la que se necesita para sustituir el gas ruso. Si este dato es alentador o no debemos considerarlo desde el punto de vista en el que se mire.
Ventajas de la biomasa en comparación a otros combustibles
Sabemos que la biomasa representa una serie de ventajas sumamente positivas en comparación con el gas; el precio, el ahorro de utilizar biomasa, la sustentabilidad, eficiencia y podríamos sumarle a estas características que, actualmente España es el país de la Unión Europea donde más crece la superficie forestal.
Es así como la biomasa forestal crece a un ritmo aproximado de 46 millones de m³ anuales, de los cuales se aprovechan en promedio 19 millones de m³, es decir algo más del 41 %. Visto desde esta cifra la biomasa forestal puede sustituir al gas ruso como fuente energética aunque valdría la pena introducirse aún más en la discusión.
El Plan de Energías Renovables 2011-2020 proyecta como su objetivo para el 2020 alcanzar 4.553 toneladas equivalentes de petróleo (tep) procedentes de la biomasa (incluyendo residuos) para uso térmico y de 1.350 MW instalados de generación eléctrica a partir de biomasa sólida.
En el año 2019 se había logrado llegar a 4.220 tep en la producción de calor a partir de biomasa y el número seguía proyectando un crecimiento constante para los próximos años, pero… en generación eléctrica, en 2020 apenas se alcanzaron 857 MW instalados a partir de biomasa, un número significativamente muy por debajo de los 1.350 del objetivo planteado.
Otro aspecto a considerar es que la energía eléctrica producida a partir de la biomasa forestal aún no se conoce con exactitud; las centrales que producen electricidad a partir de biomasa suelen utilizar otras alternativas de fuente energética en función del precio o la disponibilidad de la materia prima según la época del año, careciendo de un valor exacto en el cálculo.
Datos económicos que respaldan el cambio
Sí podemos aproximarnos a un número si tenemos los datos de la memoria de 2021 de Red Eléctrica Española (REE), desde 2014 a 2019, la potencia total instalada de biomasa creció un 9 %. Como ya lo mencionamos hay una potencia instalada de 857 MW de biomasa y 588 MW de residuos renovables, que conjuntamente suponen cerca de 1,5 GW, el 4 % de la capacidad renovable total. La biomasa ha generado desde el 2014 al 2019 un total de 5,3 TWh de electricidad, o sea el 5 % de la generación renovable.
Comparando con otras energías renovables como la eólica o solar fotovoltaica la biomasa permanece en una meseta de su crecimiento, y aquí es donde debes profundizar sobre el tema. Desde el año 2016 el Gobierno dejó de convocar una subasta eléctrica para esta energía, sin pandemia, sin guerra y sin inflación aún no había una necesidad de desarrollar todo el potencial de una energía alternativa.
Quizás sea el momento de disfrutar de todos los beneficios que la Biomasa nos puede aportar.