Que no te corten la calefacción ni el agua caliente
Debemos prepararnos para un invierno muy duro desde todos los puntos de vista. Ya es un hecho que la crisis energética no tiene una solución ni a corto ni a medio plazo, por lo cual las empresas, hogares y todo tipo de industrias se verán seriamente afectados por su consumo energético.
La invasión de Rusia a Ucrania y la inestabilidad en el precio de los combustibles fósiles son los principales responsables de una situación sin precedentes que terminará por obligar a este sector tan castigado a reducir su consumo y priorizar el gasto por encima del confort.
Si bien se habla de un cambio radical en los planes energéticos de los gobiernos europeos, sabemos que todas las medidas que se tomen no llegarán a generar a los consumidores un impacto positivo real en los próximos meses.
Contexto del problema energético
Oficialmente, Francia se ha propuesto reducir en un 10% su consumo de energía en los próximos dos años y si bien apuesta a una política de recomendaciones las medidas a tomar no son para nada amigables. Cortes de agua caliente en los edificios públicos, limitaciones en la intensidad de la calefacción, mucho hincapié en el teletrabajo y un pedido expreso a sus ciudadanos que compartan los coches en cada viaje que puedan.
En el Reino Unido la situación es más compleja todavía, se ha informado a los ciudadanos que podrían sufrir cortes de electricidad programados por períodos de tres horas al día si los suministros se redujeron al extremo.
National Grid System Operator (ESO), la empresa gestora de la red eléctrica del país presentó un Informe donde se busca traer calma a los usuarios aunque confirmó que es una posibilidad la interrupción del suministro en caso de una escalada en la crisis energética actual.
Estos cortes ocurrirían en horas de consumo pico, siendo las mañanas y las primeras horas de la tarde las franjas horarias seleccionadas para esta hipotética reducción energética. National Grid manifestó también que los cortes serían programados y se daría aviso con anticipación, además consideran que las medidas no llegaron a los hogares.
Es importante aclarar que el Reino Unido depende en gran manera del gas para producir electricidad y sus centrales eléctricas de gas generan más del 40% de la electricidad nacional. En cuanto a la importación de electricidad, voceros de ESO han declarado que la invasión de Rusia a Ucrania ha creado turbulencias sin precedentes y volatilidad en los mercados energéticos. Esto obligó a muchos de los países europeos a buscar alternativas en suministros eléctricos.
Italia tampoco es ajena a esta situación, ya ha definido nuevos límites al funcionamiento de los sistemas de calefacción y climatizadores de gas natural; estableciendo que el funcionamiento de este tipo de calefacciones se reducirá en una hora diaria durante todo el periodo invernal acortando de esta manera en quince días el funcionamiento además de tender un límite de temperatura máximo, que será reducido en un grado.
El plan europeo para reducir la dependencia en el consumo
El Plan de Reducción del Consumo de Gas, ya está en marcha y estará dividido en dos grandes acciones. La diversificación de la fuente que ha logrado sustituir a Rusia con Argelia como su primer proveedor de gas, y en segundo lugar la reducción de la demanda interna.
Finalmente se establece una temperatura máxima de 17 grados, con dos de tolerancia, para la actividad industrial o artesanal y de 19 grados, con otros dos más o menos de tolerancia, para el resto de los edificios.
Portugal, otro de los países europeos que se prepara para afrontar esta crisis energética, propuso canalizar los fondos que no se utilizaron en el Plan de Recuperación y Resiliencia post covid para apoyar a las empresas en vez de sumar una nueva deuda a esta delicada situación.
En definitiva, toda la unión europea se prepara para un invierno de cortes de calefacción, energéticos y de agua caliente. El ahorro energético está en las prioridades de todos los países de la unión europea y sin embargo no representan una solución definitiva. Los líderes de los 27 Estados miembros de la UE. Se encuentran trazando una «hoja de ruta» que tiene como eje central seguir negociando precios con suministradores como Noruega y Estados Unidos y, en paralelo, continuar desarrollando un grupo de compras conjuntas de gas en la UE para evitar que la competencia entre países eleve los precios del gas natural licuado (GLN).
En segundo lugar y no menos importante está el plan de aumentar los fondos destinados a inversiones en energías renovables para que finalmente, en un futuro no muy lejano la unión europea logre la independencia energética que tanto anhela.
La tormenta perfecta está llegando a suelo europeo…, quizás las medidas contribuyan a paliar la crisis invernal, los planes os permitan llegar a la primavera sin sufrir consecuencias más graves de las previstas y las energías renovables sean las grandes protagonistas de un cambio de paradigma necesario para mejorar la calidad de vida de todos los europeos.